sábado, 7 de junio de 2008

La mudanza


La última semana también fue el tiempo para volver a hacer una mudanza. Teníamos más de lo que podíamos cargar (siempre nos regalan libros y otros materiales, que casualmente son los objetos más pesados) y justo en esos días las aerolíneas estaban cambiando sus normativas en cuanto al límite de equipaje y tamaños de las maletas permitidas. Además de esto algunas empresas comenzaron a decir que a partir de cierta fecha comenzarían a cobrar por la primer maleta facturada...

La pequeña pesita que nos compramos en Madrid antes de salir nos fue de mayor utilidad que nunca... Aún así estábamos sobrepasados. Gracias a Dios la iglesia se ofreció para despacharnos un par de cajas con las cosas más pesadas y que no necesitábamos traer a Argentina. Y los dueños de la casa estuvieron dispuestos a tenernos otro par de cajas en su ático (cosas que no necesitamos ni en Argentina ni en España, pero que nos son útiles cuando vamos allí). De esta manera pudimos completar nuestras maletas con el peso requerido (a expensas de recargar nuestras espaldas con las mochilas a tope)


Como el domingo teníamos que devolver el coche y las llaves de la casa, ya quedábamos "homeless" otra vez. Así que bien temprano por la mañana fuimos al aeropuerto a recoger un coche que habíamos alquilado y esa tarde condujimos hasta Chicago, desde donde salía nuestro vuelo hacia New York a la mañana siguiente.


Lunes, 6 am., aeropuerto de Chicago O'Hare. Vuelo Chicago-New York. Duración: 2 horas.

No hay comentarios: