Con mi hermana Paz en el trencito de Devoto. Aunque ya lo conocíamos, se puede merendar muy bien y barato y es tranquilo para charlar.
Me fui preparada: una herramienta que usamos en Madrid nos permitió charlar muy profundamente. Nos pusimos al día. Aunque claro está que 2 años de distancia no pueden resumirse en 3 horas de charla. Gajes del oficio...
Con mi cuñada Analía, en Palermo Soho. Esta casa de té fue un lindo descubrimiento.
3 comentarios:
Yo tb quiero un tecito con mi amiga y cuñada!!!
Estan muy Lindas las tres.............
que son esas postales?
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