martes, 8 de enero de 2008

Llegaron ya los Reyes y eran tres

Hola! Hace bastante que no actualizamos. La verdad es que el año nuevo ha traido consigo un aumento en las actividades y por ende la falta de tiempo para actualizar el blog! Por fin hoy puedo sentarme a registrar algunas cosas en el diario del camino.

En España hay una tradición muy arraigada que es la celebración de los Reyes Magos, el día 6 de enero. No creo que haya pueblo español que no celebre esta fiesta.


El día 5 de enero por la tarde se organiza una cabalgata (o "camellata"), en la que Melchor, Gaspar y Baltasar (los nombres populares que han adquirido los Reyes) entran en escena, luciendo sus mejores galas y hacen su recorrido en procesión repartiendo caramelos a los niños.

Este año leímos que en algún pueblo de Catalunya los reyes se encontraron con el alcalde, quien les entregó la llave de la ciudad para poder repartir los regalos a todos los niños y niñas esa noche (desconozco si esto se hace cada año en todos los pueblos).
Los niños deben dejar sus zapatos en algún lugar de la casa para que los Reyes depositen sus regalos sobre ellos. También se recomienda dejar algo de agua y césped (pasto) para los camellos, y turrón y anís (una bebida alcohólica) para Sus majestades.

Al día siguiente, los niños que han sido buenos reciben sus regalos, y los que han sido malos reciben carbón (aunque como ahora los fabrican de golosina, la mayoría de ellos recibe carbón y regalos).
Las familias comparten el roscón de Reyes (al que le toca la sorpresa debe pagar el roscón), y es un día de fiesta nacional.

Recuerdo de pequeña celebrar esta fiesta también. Ir a ver la cabalgata en Tres Arroyos era una cita obligada. La "ceremonia" familiar de dejar el pasto y el agua para los camellos (la tradición del anís y el turrón para los reyes se debe haber perdido en el Atlántico) también era infaltable. Hasta un día mi hermana Vicky y yo salimos en el diario local abriendo nuestros regalos!! ¿Qué tal? (Tengo guardado el artículo de La Voz del Pueblo para quienes al leer esto están esbozando una mueca de duda.)

Sin embargo, nunca hasta este año me había puesto a pensar en por qué se habría escogido este día en particular para esta celebrar fiesta, que es tradición no sólo en España sino en varios países de Europa y Latinoamérica). Nunca me había puesto a pensar su vinculación con lo religioso. Lo relacionaba más bien con algo folkórico, tradicional, popular. Vamos, que nunca me había puesto a pensar por qué el 6 de enero y no otro día.
Ultimamente estoy aprendiendo bastante sobre el calendario litúrgico de la Iglesia (la iglesia en general, universal; católica en el buen sentido de la palabra). Especialmente este año aquí. La verdad es que me resulta muy interesante. Desde luego que seguir este calendario a rajatabla conlleva el riesgo que de que todas las fechas importantes se vuelvan meros rituales vacíos de significado, rutina y repetición monótona. Pero a su vez creo que el conocerlo -siendo conciente de sus riesgos- nos puede ayudar a tener una experiencia más profunda cuando celebramos las fechas más importantes de nuestra fe. El Adviento, por ejemplo, es una de esas fechas. Claro que la fecha de la celebración de la Navidad el 25 de diciembre es una convención religiosa o social. No hay ninguna pista en la Biblia que indique que Jesús haya nacido el 25 de diciembre (es más, las pistas que hay tienden a desanimar esta idea), ni tampoco en cuanto al día exacto de su muerte. Pero este consenso sobre ciertos eventos y la elaboración del calendario litúrgico nos ayudan a tener memoria de los eventos fundamentales. Proveen de un cierto ritmo, un ciclo que nos ayuda a enfocarnos en lo importante, a tener presentes ciertos hechos históricos que pueden ayudar a nuestra experiencia de adoración personal, familiar y comunitaria.
Todo este preámbulo para decir que la fecha del 6 de enero en el calendario litúrgico se conoce como el día de Epifanía, y recuerda el día en que los magos de Oriente llegaron a ver a Jesús, guiados por una estrella (Mt. 2: 1-12). Epifanía significa "aparecer, manifestar, mostrar". Es decir que el día de Epifanía es el día en el que Jesús se dio a conocer al mundo, se manifestó, se mostró. Nos recuerda que Jesús vino a este mundo no solamente para el pueblo judío, sino para TODOS!! Para todas las personas, pueblos y naciones. Dios se manifestó a unos astrólogos, "paganos", de tierras lejanas y les reveló que el Salvador del Mundo había nacido. Algo importante había en esa estrella que les impulsaba a seguirla hasta que se detuviera en el lugar preciso. Pienso que los magos fueron realmente MUY sabios:
* a pesar de su desconocimiento de las Escrituras, fueron capaces de interpretar y reconocer que algo sumamente importante para la historia de la humanidad estaba ocurriendo.
* fueron capaces de dejar todo lo que tenían y ponerse en marcha para no perderse este acontecimiento. Decidieron ser protagonistas y no expectadores, de un suceso único en el mundo que partiría la historia en dos.
* no les importó hacer el ridículo o someterse a burlas por la "locura" de reconocer públicamente la majestad de un bebé en pañales. Reconociendo su propia vulnerabilidad y humanidad, se inclinaron, se arrodillaron y adoraron.
* fueron capaces de desprenderse de sus posesiones para dar generosamente, honrando así a este Rey con oro, incienso y mirra.

Creo que tenemos mucho para aprender de estos magos. Me gustaría poder seguir su ejemplo en este año que recién empieza.

3 comentarios:

Laura y Ariel dijo...

muy linda reflexion... gracias x compartirla.

les mando un beso grande.

nos encontramos en breve...

Fidel dijo...

me puse al día con el blog....muy lindo todo...los quiero

bhor dijo...

estyo leyendo todo
me encanto y me sirvio mucho todo el relato d los reyes
gracias fa!
beso, voy a seguir....