martes, 27 de noviembre de 2007

Welcome back to America

El domingo nos levantamos, desayunamos, rehicimos las maletas y decidimos emprender pronto la retirada por si había alguna demora para volver a entrar a los USA.

Este es el puente que vincula Sault Sant Marie de CANADA con Sault Sant Marie de USA. Al final de éste se encuentra la oficina de migraciones.
La primera persona que te atiende lo hace desde un box del estilo de los de pagar peaje y dependiendo la situación ya se puede pasar directamente o bien te hacen bajar del coche y subir a la oficina. Lo segundo fue nuestro caso. La persona que nos atendió nos pide los pasaportes y nos pregunta de dónde somos. Le decimos que somos argentinos. Nos pregunta qué hacíamos en Canadá. Le decimos que fuimos a pasar el fin de semana. Nos pregunta a dónde vamos. Le decimos que a Milwaukee. Nos pide los papeles del coche y la carta de invitación de la iglesia (que esta vez sí teníamos).
Por el walkie talkie llama a una de sus compañeras y le dice: - tengo un código cuatrocientos y algo, de Argentina. Sí, Argentina. La compañera se dirige hacia su box y éste le entrega todos los papeles.
El hombre nos dice que su compañera se ha quedado con toda nuestra documentación y que hagamos lo que ella nos dice.
Ella nos hace una seña y nos dice que metamos el coche en una especie de garage/taller. Nos abren la puerta del garage (dentro había otros 2 policías) y metemos el coche. Nos dicen que le dejemos las llaves y que subamos con la mujer policía, luego de preguntarnos si teníamos alcohol en el coche (a lo cual respondimos NO) y si habíamos hecho compras por más de 200 dólares en Canadá (a lo cual también respondimos NO).
Subimos y nos dicen que tomemos asiento que ya nos van a llamar. Junto con nosotros había otras dos parejas esperando. En esa oficina habría unos 5 policías aproximadamente.
Estamos ahí esperando, cuando de repente se oye una alarma y una voz que sale por unos altavoces diciendo:
"YOUR ATTENTION PLEASE, A FIRE ALARM HAS BEEN DETECTED IN THE BUILDING. PLEASE EVACUATE THE BUILDING THROUGH THE NEAREST EXIT."
(lo que quería decir es que había detonado la alarma de incendio en el edificio y que debíamos evacuarlo por la puerta más cercana inmediatamente)

Todos nos miramos y pensamos: tiene que haber una cámara oculta o algo así. Parecía un chiste. No podíamos creer. Es increíble como una situación de crisis o emergencia hace que de golpe se diluyan todos los roles, rangos, cargos y distancias. De repente nos encontrábamos todos a unos 50 metros del edificio mirándonos las caras y tratando de entender lo que pasaba. Y ahí no importaba si uno era policía, polizonte o inmigrante ilegal. Ahí eramos todos iguales. Pero en el fondo de nuestro corazón yo pensaba: sí, todo bien, somos todos "amigos", pero ahí adentro están mi pasaporte y el de mi esposo. ¿Qué hacemos si se nos incendian? No terminaba de procesar este pensamiento cuando se escucha por el walkie talkie que la alarma de incendio se había generado en el garage. Y ahí no sólo me preocupé por nuestros pasaportes sino que me pregunté: ¿Y si se nos quema el coche? ¿Cómo nos volvemos a Wisconsin? Todos parecían muy tranquilos. A los 2 minutos llegan 2 tremendos camiones de bomberos para inspeccionar la situación. Minutos después nos dicen que podemos pasar, que había sido una falsa alarma.
En fin, pasamos otra vez a la oficina y ahí se volvió a reordenar quién era quién: los policías a un lado del mostrador y los potenciales ingresantes a USA del otro. Al tiempo viene la policía que nos había atendido primero y nos pide unas tarjetitas blancas que nos habían dado en Chicago el día que llegamos. Se las doy y me dice: pero tienen solo 3 días legales en USA. Y le digo: sí, por eso es que salimos a Canadá para que nos lo renovaran por otros 3 meses. Me dice: Ah!! Necesitan uno nuevo. Y le digo: Sí. Ok, ya entiendo. Luego de pagar 12 dólares por la renovación nos devolvió nuestros pasaportes con el nuevo permiso. PRUEBA SUPERADA!!!
Ya podíamos entrar nuevamente en los USA, luego de más de 2 horas retenidos en esa oficina. A partir de ahí el viaje fue más relajado, ya volviendo a casa con todos los papeles en regla.

El paisaje de la carretera era hermoso. Bordeando el Lake Superior y el Lake Michigan.

De regreso paramos en Green Bay, la capital del fútbol americano de Wisconsin. No podíamos irnos sin conocer el estadio de los Green Bay Packers, el equipo de esta zona.


De vuelta a casa paramos en una cadena llamada Michaels que venden todo tipo de artículos para manualidades. Decidí retomar un viejo hobbie que había abandonado por muchos años, así que le estoy tejiendo a Mariano una bufanda!! Ya les contaré como queda.
Fin del relato de viaje. Gracias por leer tan largo.

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