lunes, 10 de diciembre de 2007

Segundo domingo de Adviento

¡Hola! Ayer empezó la segunda semana del Adviento y hemos encencido nuestra segunda vela. La vela de color rojo nos recuerda la relación directa que existe entre el nacimiento de Jesús y su muerte en la cruz del Calvario, 33 años después.
La alegría del nacimiento y la expectación por su llegada se mezclan con la tristeza de saber todo lo que Jesús tuvo que sufrir por nosotros.

Leemos:
"El Señor quiso que su siervo creciera como planta tierna
que hunde sus raíces en la tierra seca.
No tenía belleza ni esplendor, ni su aspecto era atractivo;
los hombres lo despreciaban y lo rechazaban.
Era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento.
Como alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no le tuvimos en cuenta.
Y sin embargo, él estaba cargando con nuestros sufrimientos,
estaba soportando nuestros propios dolores. (...)
Fue traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue atormentado a causa de nuestras maldades;
el castigo que sufrió nos trajo la paz, y por sus heridas alcanzamos la salud."
(Isaías 53:2-5)

La buena noticia es que su muerte no fue el fin de la historia. Su muerte nos reconcilió con Dios, pero la muerte no pudo con él. ¡Creemos que Jesús resucitó y está vivo hoy!

Ojalá que en esta semana podamos pensar en estas cosas. Jesús es Rey, pero lo dejó todo para hacerse como nosotros y nacer como un bebé. Jesús es Dios, pero estuvo dispuesto a morir como un ser humano de la forma más horrible por amor a nosotros.

Y eso nos trajo Paz.

2 comentarios:

Guido dijo...

Me parecio muy interesante... pero tengo perguntas...

Que origen tiene el simbolo.

Desde cuando lo Hacen....

Las velas permanecen prendidas todo el tiempo?

Mariano & Fanny Pineda dijo...

el símbolo tiene origen pagano, pero los cristianos lo adoptaron y redefinieron su significado.
Lo hacemos desde hace 3 años consecutivos.
Las velas se encienden el domingo y la idea es encenderlas el resto de la semana por la noche durante la cena.