lunes, 17 de diciembre de 2007

Tercer domingo de Adviento



Ayer fue el tercer domingo de Adviento y hemos encendido nuestra tercera vela. La vela de color dorado representa la verdad espiritual de que Jesús. No como un bebé como lo hizo hace unos 2000 años, pero vendrá otra vez "con gran poder y gloria". (Lucas 21:27).
Leemos:
"En tanto ellos miraban fijamente cómo Jesús subía al cielo, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: -Galileos, ¿qué hacéis ahí, mirando al cielo? Este mismo Jesús que estuvo entre vosotros y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que le habéis visto ir allí." (Hechos 1: 10-11)
"Cristo viene en las nubes! Todos le verán, incluso los que le traspasaron; y todos los pueblos del mundo harán duelo y llorarán por él. Sí, amén. "Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor, el Dios todopoderoso, el que es y era y ha de venir." (Apocalipsis 1:7-8)
"Yo hago nuevas todas las cosas" (Ap. 21:5)
Creemos que Jesús va a volver, y le esperamos con la misma expectación con la que los profetas del Antiguo Testamento esperaban el nacimiento del Mesías prometido. Jesús vendrá otra vez y pondrá todas las cosas en orden. Lo que conocemos de este mundo no es lo que Dios pensó para nosotros. Estamos viviendo en un mundo roto, caído, con las consecuencias de nuestra decisión de organinzar nuestra vida a espaldas de El. Pero vendrá un día, cuando Jesús regrese, en el que ya no habrá muerte, ni enfermedades, ni llanto, ni dolor. Esta verdad nos llena de alegría y esperanza.
"Sí, vengo pronto". Amén. ¡Ven, Señor Jesús! (Ap. 22:20)

1 comentario:

Guido dijo...

Es un comentario muy superficial pero me gusta ver como se consumen las velas segun pasa el tiempo...