miércoles, 5 de septiembre de 2007

Cleaning day 2

El lunes (festivo o feriado) nos dedicamos a intentar terminar de limpiar la casa. Fue imposible terminar, pero avanzamos limpiando a fondo la cocina.
Al día siguiente (martes) limpiamos a fondo la otra habitación.
La casa se compone de: 2 habitaciones (una de ellas funciona como "oficina", pero tiene una cama extra donde podremos recibir invitados), un baño, el salón-comedor y la cocina.
Sobre el mediodía nos llamó la persona que sería una especie de "representante" de los dueños de la casa (se nos olvidó mencionar que los dueños son misioneros y trabajan en el norte de Africa) para ver si podía pasar a vernos. El domingo le habíamos escrito un e-mail comentándole en qué condiciones habíamos encontrado la casa, mencionando lo de los ratones, y por tal motivo pidiéndole un descuento en el alquiler de este mes. Justo estábamos por salir en el momento de su llamada, pero le dijimos que lo esperábamos. Llegó con una cesta con algunos regalitos que había preparado el comité de misiones para nosotros (unos individuales con servilletas, un recipiente para el aceite, un salero-pimentero, una cuchara de madera y una tarjeta regalo para ir a cenar a un restaurante). Nos pidió mil disculpas por el estado de la casa y nos dijo que él no estaba al tanto de la fecha de nuestra llegada, y que se él debía haber limpiado la casa y preparado todo, e incluso dejado la cesta que ya le habían entregado para nosotros. Le dijimos que no pasaba nada, que no se preocupara y quedó cerrado el tema (pero del descuento no mencionó ni una palabra, así que nos tocará pagar todo el mes, jeje...)
De todas formas pensamos que en cierta forma fue mejor que no limpiara él, porque tal vez no lo hubiese hecho con la misma intensidad que nosotros, y de una forma u otra nos sirvió para comenzar a "apropiarnos" de la casa, darle nuestro toque personal y sentir que "llegamos".
Una nota curiosa es que el día anterior habíamos estado haciendo la lista de la compra y en ella habíamos puesto: individuales, salero y cuchara de madera, entre otras cosas. Nos sorprendió mucho como Dios proveyó lo que necesitábamos de esta forma tan inesperada.

2 comentarios:

ofelia dijo...

Me encanta el diario del camino , es como tenerlos aquí cerquita!!!
Los amo
mami

Ceci dijo...

queremos fotos de cesta de bienvenida